'Replay'

Poner tu reproductor de música en modo 'repetir canción actual', la repetición de un fuera de juego en el fútbol, el ojo de halcón en el tenis... Vivimos en un bucle constante de 'replays' o repeticiones que evitan la libre circulación de flujo (o fluzo que 'decimos' en España) de acciones hacia adelante. Siempre tendemos a observar eventos pasados, a largo o corto plazo, que nos impiden levantar la cabeza y afrontar el siguiente golpe. A veces es bueno mirar atrás para aprender donde caimos. Otras veces, el hecho de girar la cabeza hacia el pasado solo retrasa el futuro inminente. Y no, no hablo de nimiedades como las que citaba al principio de este texto, hablo de la vida misma.

La mente de cada persona es un arma. Nuestras acciones son las balas. Y el retroceso del arma será igual al tiempo que meditemos nuestra acción después de haberla ejecutado. Ciertas personas no dedican ni un segundo a la reperscusión de sus acciones, pero sin embargo, el otro nutrido grupo en el que divido a la gente, es aquel grupo que no puede dejar de mirar atrás, que no puede dejar de meditar si ha tomado las decisiones correctas. Ese grupo solo puede intentar no volver a tropezar mientras ve como el agua va borrando las pisadas que quedaron marcadas en la arena.

 Esta reflexión no es más que una repetición, una forma justificada de poder mirar atrás y criticarme por hacerlo. Da igual el tiempo y da igual lo que sea que no podemos dejar de mirar, lo único que vale es que no vamos a esquivar el siguiente golpe a menos que caminemos por el agua y no por la arena. Los recuerdos son nuestros mejores aliados siempre y cuando se puedan seguir escribiendo. Si las puertas están cerradas, los recuerdos no son más que visiones lejanas que nuestra mano no alcanza a tocar, que nuestros ojos no alcanzan a ver, que nuestra nariz no llega a oler, que nuestras orejas no llegan a oír, que nuestra boca ya nunca más saboreará.

Llegará el día que mi cuello no me deje mirar atrás. Llegará. Pero no hoy.