"Caminante no hay camino, se hace camino al andar" decía Machado. Hoy, estoy cada vez más seguro de que esas subidas casi imposibles, se abisman desde el horizonte del presente, es decir, que el destino está marcado y sus desniveles son afines a todo ser humano. Los "caminos de rosas" son solo en las películas.
Un cúmulo de emociones se agolpan en esos momentos de tranquilidad, la felicidad nos embarga y nos hace olvidar viejos y malos tiempos... Y tampoco nos prepara para los que van a venir.
Subir y bajar, llorar y reír, esfuerzo y recompensa... Así es la vida. Solo me queda pensar, que cuanto más jodida y dura sea la subida, siempre vendrá una recompensa mayor. Soy feliz pensándolo.
(Dedicado a mi hermano "adoptivo")
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